Diagnóstico y tratamiento del Trastorno del Espectro Autista (TEA) en Asturias
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo que afecta a la comunicación, a la interacción social y a la flexibilidad del pensamiento y de la conducta. Los niños con TEA pueden tener dificultades para entender y expresar emociones y para adaptarse a cambios en su rutina. El espectro autista es muy amplio, por lo que cada niño puede presentar distintos síntomas. A continuación explicamos qué clínica tiene el TEA (es decir cómo se diagnostica) y la forma en la que tratamos el Trastorno del Espectro Autista en nuestra clínica.
¿Qué clínica tiene el TEA?
El diagnóstico del TEA se realiza a través de una evaluación clínica exhaustiva que incluye observaciones directas, pruebas estandarizadas y entrevistas con los padres y otros profesionales. Los signos más comunes suelen aparecer antes de los 3 años, aunque es posible que algunos niños presenten un desarrollo típico durante los primeros meses y luego muestren signos de retraso o regresión.
Entre los síntomas más frecuentes del TEA se incluyen:
Dificultades en la comunicación verbal y no verbal: Pueden no hablar, tener un lenguaje limitado o presentar dificultades para mantener una conversación. También pueden tener problemas para entender gestos y expresiones faciales.
Problemas en la interacción social: Suelen tener dificultades para comprender las normas sociales, como el contacto visual, las conversaciones en grupo o las relaciones de amistad. Pueden mostrar poco interés en compartir experiencias o juegos con otras personas. Es decir, muestran dificultades en habilidades sociales.
Intereses y comportamientos repetitivos: A menudo, los niños con TEA desarrollan un conocimiento profundo sobre temas muy concretos de su interés. También pueden realizar movimientos repetitivos o rutinas que les brindan seguridad.
Evaluación y rehabilitación en el TEA en Asturias
Desde Clínica Inypema contamos con profesionales que conocen y utilizan herramientas y escalas que ayudan en el diagnóstico del TEA, como son el ADI-R (Autism Diagnostic Interview-Revised) y el ADOS-2 (Austism Diagnostic Observation Schedule-2), junto con el apoyo del neuropediatra.
Una vez realizado el diagnóstico, la intervención temprana es crucial para ayudar a los niños con TEA a mejorar su calidad de vida. Este enfoque se basa en un trabajo multidisciplinario. En la Clínica Inypema intervienen, dentro de la Unidad de Rehabilitación Infanto-juvenil, varios profesionales en el TEA, como logopedas, terapeutas ocupacionales, psicólogos y fisioterapeutas, todos enfocados en potenciar las habilidades del niño y minimizar sus dificultades.
Logopedia: el logopeda se encarga de abordar las dificultades comunicativas y de lenguaje que presentan los niños con TEA. Su intervención está centrada en mejorar la expresión y comprensión verbal, y también se enfoca en el desarrollo de habilidades de comunicación no verbal, como el contacto visual, los gestos y el uso de imágenes. El logopeda también puede ayudar a establecer una comunicación alternativa y aumentativa (CAA) en casos de personas con dificultades significativas para hablar. Su trabajo busca mejorar la capacidad de los niños para interactuar de manera más efectiva con su entorno y fomentar su integración social.
Terapia ocupacional: el terapeuta ocupacional se ocupa de mejorar la independencia y la calidad de vida de los niños con TEA. Su intervención se centra en desarrollar distintas habilidades como la motricidad fina y gruesa, necesarias para mejorar las actividades de la vida diaria, como vestirse, comer, usar utensilios… Además, trabajan el procesamiento sensorial, ayudando a los niños a manejar las sobrecargas sensoriales que puedan causarles angustia o limitarles su participación en diferentes entornos (hogar, escuela, parque). Su objetivo es potenciar la capacidad para interactuar y desenvolverse de manera funcional y significativa en su vida diaria.
Psicología: Los psicólogos trabajan en diferentes áreas para mejorar el bienestar emocional, social y cognitivo de los niños con TEA. Ayudan a manejar y reducir conductas desafiantes, como la agresividad o la autoestimulación. También se enfoca en la mejora de las habilidades sociales, apoyando al niño en la comprensión de las normas sociales y en la interacción con los demás. En el ámbito emocional, el psicólogo trabaja con el manejo de la ansiedad, el estrés y las dificultades de regulación emocional que pueden ser comunes en el TEA. A través de intervenciones terapéuticas, busca fortalecer la autoestima y fomentar la adaptación a los cambios, ayudando a que el niño logre una mayor calidad de vida y bienestar psicológico.
Fisioterapia: el fisioterapeuta se centra en el desarrollo motor y en la mejora de la coordinación, el equilibrio y la fuerza. Muchos niños con TEA tienen dificultades en el control motor grueso, lo que puede afectar a su capacidad para realizar actividades como correr, saltar, montar en bicicleta o mantener una postura adecuada. El fisioterapeuta trabaja en la mejora de estas habilidades a través de ejercicios y actividades que promueven la movilidad, la resistencia y la agilidad. También se aborda las dificultades relacionadas con la percepción corporal y el espacio. El objetivo de la fisioterapia en niños con TEA es promover la independencia física, mejorar la coordinación y el control motor.
El papel de la familia es esencial tanto en el proceso diagnóstico como en la intervención de los niños con TEA. El éxito de la intervención depende en gran medida de la individualización y la colaboración entre los profesionales, la familia y la comunidad. Un enfoque integral que se centre en las fortalezas del niño y promueva su inclusión en la sociedad puede marcar una gran diferencia en su desarrollo. En Clínica Inypema somos conscientes de la importancia de la participación de la familia en todo el proceso, por lo que nuestros profesionales también se encargan de guiar a los padres para que comprendan las necesidades del niño y aprendan estrategias para apoyarlo en su día a día, tanto en el hogar como en su entorno social.